miércoles, 19 de octubre de 2011

Corrección Ensayo Grupal Ciencia Tecnología y Aprendizaje de la Ciencia

   
    Hoy es ampliamente reconocida la importancia de la educación para la  ciencia y la tecnología en la búsqueda de una ciudadanía activa, inteligente y responsable, para la construcción y consolidación de la democracia en la sociedad del conocimiento. Asumiéndose como campo de acción y de investigación, la demanda de respuestas educacionales, y más fuertemente en la educación de estos campos sin embargo la enseñanza y aprendizaje de las mismas representa un problema complejo. La finalidad de esta estructura textual es destacar la vanguardia que representa la ciencia y la tecnología en la educación como factor clave para el incremento de posibilidades de crecimiento intelectual de los estudiantes, entretanto para cumplir con este objetivo se deben establecer nuevos métodos de enseñanza y aprendizaje, balanceando la teoría y la practica en el aula de manera de mejorar la creatividad, la motivación y la comprensión de la ciencia y la tecnología como actividades culturales en una cosmovisión integrada.

    Siendo las cosas así resulta claro, que la implicación de la ciencia y tecnología en la vida cotidiana, en la ciencia y la cultura en general, es enorme y crece cada día. Esa creciente importancia de la tecnología está dando lugar a que se considere elemento indispensable en la educación de todas las personas, y a que incluso se reclame para ella un área independiente dentro de los currículos escolares, De este modo, no es de extrañar pues, que junto al término alfabetización científica haya comenzado a utilizarse ampliamente el de alfabetización tecnológica, Por su parte Acevedo (1995) expresa que

Se trata de una alfabetización que capacite a todos los ciudadanos y ciudadanas no sólo para «comprender» el mundo colmado de productos tecnológicos en que vivimos, sino para «analizarlo críticamente y tomar decisiones», así como para participar en «innovaciones» que den respuesta a las necesidades y demandas de nuestras sociedades (p.78)

    En resumen a lo planteado, la atención a la dimensión tecnológica y científica en la educación aparece en nuestros días como requisito indispensable para formar en los estudiantes una imagen más correcta de la actividad científica, y, en particular, una visión de la unidad que constituyen ambas actividades. De esta manera es imperante mencionar algunas razones que argumentan la importancia de considerar aspectos científicos y tecnológicos en la en la praxis educativa. La primera tiene que ver con la naturaleza misma de la actividad del hombre. Comprensión y acción, teoría y práctica, constituyen dos aspectos de la condición humana, diferenciados, desarrollados e institucionalizados por la sociedad de modo especial en forma de ciencia y tecnología, pero que siempre se presuponen uno al otro. Al resolver problemas de la vida real incluidos problemas científicos, invariablemente las personas integran conocimiento formal y experiencia práctica acumulada, pensamiento y acción.

    De lo antes expuesto se desprende, una estrecha vinculación entre ambos aspectos cada vez más evidente en estos tiempos, incluso a escala de la sociedad en su conjunto. Basta tener en cuenta que la mayor parte de la ciencia que se hace en la actualidad responde directamente a problemas prácticos, a prioridades tecnológicas; un reflejo de ello es que, según informes de la UNESCO (Nuñez, 1999), desde hace varios años la investigación básica ha pasado a representar menos de la quinta parte de toda la investigación que se lleva a cabo en los países desarrollados. Lo anterior sugiere que la educación científica debe esforzarse por impulsar en los estudiantes un estilo de pensamiento que combine la comprensión y profundización teórica con la acción y el hacer prácticos, a lo cual, sin duda, puede contribuir la dimensión tecnológica.

    Ahora bien,  otra razón que se debe señalar está relacionada con la calidad del proceso de aprendizaje. En efecto, el sistema educativo debe propiciar condiciones para que exista la conexión del conocimiento científico escolar con los conocimientos y experiencias de la vida diaria de los estudiantes, así como con su hacer práctico, contribuyendo, por un lado, a que dicho conocimiento sea más significativo y más apto para ser utilizado después en diversas situaciones, y, por otro, a que el aprendizaje de las ciencias adquiera mayor sentido y relevancia para ellos. Además, la utilización en sí misma de modernas tecnologías (ordenadores, calculadoras, sensores entre otros) produzca una reacción positiva en muchos estudiantes.

    De este modo, existen razones de diversa índole sociales, culturales y pedagógicas para considerar la dimensión tecnológica como un aspecto esencial de la educación, pese a ello, hasta ahora se le ha prestado poca atención a esta situación. En efecto es suficiente examinar los libros de texto de ciencias comúnmente utilizados, o repasar los trabajos publicados en los últimos años en prestigiosas revistas de educación científica, para advertir la escasa importancia dada al papel de la tecnología en la educación, tanto por autores de libros de texto como por investigadores. Cuando en la didáctica de las ciencias se habla de tecnología, con frecuencia el discurso se reduce casi exclusivamente a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones. Por otra parte, muchos docentes suelen identificar la educación tecnológica con el uso de los ordenadores o software educativos, incluso en países de elevado desarrollo tecnológico.

    Al concluir, se desprende un cuestionamiento ¿por qué existe en los espacios educativos la falta de atención a la ciencia y la tecnología? reflexionar sobre esta temática es pertinente, por cuanto no deja de parecer sorprendente en la sociedad de la información que habita el mundo, el escaso interés mostrado hacia la tecnología no sólo por docentes y diseñadores de currículos de ciencia. Y aunque la respuesta a la pregunta planteada es compleja, ya que se trata de una multiplicidad de causas, la dinámica de la ciencia y la tecnología terminara incluyendo la totalidad no solo de los espacios educativos, sino de la población en general.

Referencias

Acevedo, J. A. (1995): «Educación tecnológica desde una perspectiva CTS. Una breve revisión del tema», en: Alambique, núm. 3, pp. 75-84.
Núñez, J. (1999): La ciencia y la tecnología como procesos sociales. Lo que la educación científica no debería olvidar. La Habana, Editorial Félix Varela.


Gilbert, J. K. (1995). «Educación tecnológica: una nueva asignatura en todo el mundo [en línea]. Enseñanza de las Ciencias, Recuperado el 17 de octubre de 201, de http://www.oei.es/salactsi/ctseducacion.htm

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